- Año: 2009
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Fotografías:Gustavo Sosa Pinilla
El encargo de una vivienda multifamiliar se transformó en el espacio de reflexión sobre los modos de habitar los barrios privados.
La preservación de la intimidad de la vida doméstica fue uno de los temas centrales para la construcción de los argumentos de la obra.
Un riguroso volumen se implanta en el ángulo suroeste de un lote de 80m x 80m a 10 m de la línea de edificación. Un portón de perfiles oxidados habilita el ingreso. El espacio entre ambos constituye el lugar de recepción de la casa de donde parten dos posibles caminos hacia el interior.
El programa se desarrolla en torno a un patio íntimo que mira al norte. A este área se vuelcan de un modo explícito las funciones comunes de la planta baja a través de grandes vidriados y desde aquí se genera el vínculo con la totalidad del exterior. Por otro lado las actividades privadas regulan la conexión por medio de aberturas más reducidas que aseguran el carácter sólido y tectónico de la masa construida.
La simplificación expresiva pretende alcanzar cualidades espaciales antes que formales y producir un razonamiento acertado de lo que está presente en lugar de entender la experiencia como el resultado de la ausencia o el despojo.